LA PERLA NEGRA: Ruta Oliegos-Nistoso. MTB.

Ayer toco excursión con la gorda, estos meses próximos trabajaremos bastante con ella alternando también con la flaca, y también rutas a pie.
Y vaya excursión, atravesamos carreteras, caminos, senderos, pastizales, arroyos, un trozo de pantano, pedregales y hasta un poco de alpinismo. Hubo caídas varias, pinchazos varios, meteduras de pies en los riachuelos, una operación rescate y sobre todo mucha risas. Hasta el punto que Miner lloraba de risa, casi le da un soponcio.

Foto de archivo de Oliegos.

La aventura dio comienzo a las once de la mañana en Q. del Castillo. Miner, Alfonso, Toño, Carlos, Pika y yo. Nos ponemos dirección Palacios Mil por la carretera para llegar a la localidad citada y coger una pista que nos llevaría a las cercanías de la ruinas del antiguo pueblo de Oliegos. Pueblo abandonado en noviembre de 1945 para ser enterrado por el agua del pantano de Villameca.
Por la sequía que este año existe nos permite bajar al pueblo y atravesar lo por los muros de piedra, que es lo único que queda.
Dejamos la ruina atrás y continuamos por medio del pantano, solo va un pequeño riachuelo por el, el cual seguimos a contracorriente. Ya fuera del pantano atravesamos el arroyo y cogemos un buen camino que nos llevaría a Los Barrios de Nistoso. Pero el ansia de aventura no hizo desviarnos por la izquierda para coger un caminucho que después seria un sendero y a continuación nada de nada. Mira que lo había protestado Miner que por ahí nos se iba a ningún sitio. Pues ala bici a hombros y a subir unos 400m. o tal vez más por una montaña para arriba. Poco antes de llegar aquí tuve una aparatosa caída, en el caminucho subiendo me paro con el resto de compis y sin sacar los pies de los pedales apoyo la espalda en unas ramas de un árbol para sacar una foto a Miner que venia detrás Pues las ramas se rompen y yo caigo unos cuantos metros para abajo, bici y paisano, los dos, yo patas arriba unos cinco metros abajo con los pedales enganchados. El susto fue bueno y la risas también. A continuación la operación rescate, ya que al estar enganchado a la bici no me podía mover. No sufrí daño ninguno, ya que fue como si cayera en un colchón.
Llegamos atravesando un monte de escobas a la carretera que va a Los Barrios, para bajar un empinadisima cuesta abajo llena de piedras. Por la carretera llegamos al pueblo de Villar y allí nos separamos, Miner y Alfonso tenian que regresar. Nosotros nos darian la cuatro de la tarde recorriendo caminos.
Ellos se van por la izquierda, nosotros por la derecha dirección Tabladas. Nos adentramos por un bosque de robles precioso dirección a la zona de Brañuelas. Este camino se acabaría y tendríamos que subir para coger una pista que veíamos desde abajo por un corta-fuegos muy empinado.
Ya en la pista daba gusto circular por ella, a la izquierda veíamos S. Bartolo y a la derecha Espina de Tremor. En un alto paramos a compartir los bocadillos y el turrón.
Después del descanso abandonamos la pista para coger un camino que nos llevara a Los Barrios. En un principio se rodaba bien par después pasar por una zona de escobas que mas o menos bien se pasaba pero llego un momento que las escobas eran más altas que nosotros y decidimos dar la vuelta. Volver por donde habiamos venido.
Llegados al cruce donde cogimos este camino anterior, nos llega la duda de por donde continuamos, no queremos otro camino que nos lleve a ningún sitio. Entre la intuición de Toño y el teléfono de Pika nos vamos por el camino de la derecha. Bajamos por un bonito bosque y llegamos a Tabladas. Desde aquí por carretera a los Barrios y después a Villar, para coger el camino donde antes nos se paramos de los compañeros para en menos de media hora por una buena pista llegar al punto de origen, Quintana del Castillo.
A las cuatro estábamos en el coche, cargamos las bicis y para casa, no si antes parar en San Justo a dejar a Carlos y aprovechar para saludar a Fran y conocer las tortillas y embutido de su bar.