LA PERLA NEGRA: Atravesando Muniellos.

El sábado toco excursión al bonito Parque Natural de Muniellos, en la parte occidental de Asturias. Esta zona ya la pedaleamos bien Tito y yo el año pasado, pero nos quedo ahí una parte por hacer. Así que este era el día indicado.

A las ocho de la mañana quedamos Oscar, Carlos, Pedro y yo. Cargamos las bicis y nos vamos a tomar un café en el día que se preveía un día esplendido. El sol lucia pero parecia que no iba apretar mucho. Sobre las 8:20 ponemos camino en el coche de Carlos dirección Degaña.

Tardamos dos horas en llegar, ya que unas obras en Toreno nos dan un retraso de más de una hora.

Dejamos el coche dos kilómetros mas allá de Degaña dirección Cangas de Narcea, en el cruce con la carretera en la que horas más tarde regresaríamos.

Poco antes de las once ponemos rumbo hacia Cangas de Narcea por el puerto de Rañadoiro, primera tachuela del día. Por que esta puerto es una tachuela desde que se pasa por el túnel de más de dos kilómetros..

Llegamos a Ventanueva y giramos a la izquierda dirección el Puerto del Connio. Poco más adelante llegamos a Moal donde empieza el puerto, 14 kms. de una bonita ascensión. Atravesamos un paisaje boscoso de robles y hayas dejando a la izquierda el Parque Natural de Muniellos. Sobre cinco kilómetros aproximadamente hacemos una parada en el centro de interpretación despues de una rampa de 500m al 10%.

Este Centro nos sirve como introducción para lo que significa Muniellos a parte de contemplar las bellas vistas que nos ofrece.

Continuamos ruta por el bonito puerto, nos quedan sobre 9kms y seguimos a ritmo cochinero, carretera estrecha y buen piso. Tenemos alguna rampa al 8 y al 10% por ciento pero por lo general es un puerto que se hace fácil. Faltando tres kilómetros nos picamos y lo subimos a toda leche, hacia falta sudar un poco y dejar también un poco la conversación. Esperamos a Pedro que el hombre de momento lo lleva bien. Se atrevió hacer esta ruta con poco desarrollo además del peso que ya lleva el.

Descendemos atravesando el Parque de Muniellos, impresionante la bajada por el paisaje. Descendemos despacio para poder asomarnos a los balcones y admirar lo que tenemos delante de los ojos.

Llegamos a Cecos y paramos en un bonito hórreo que hay en la entrada para reponer fuerzas. A partir de aquí territorio desconocido, no se lo que nos esperaba. Bueno si, mucha subida porque era lo que se preveía . Empezamos con un repecho fuerte que parece que no se acaba nunca, sobre el 10% y lo que parece un repecho se convierte en un pequeño puerto, porque esto continua asi durante cuatro kilometros moviéndonos entre el 8, el 10 y picando más de una vez 14%. Descendemos un kilómetro y medio largo para empezar de nuevo a subir otros siete kilometros, también duros. Llegamos a Torga cogemos agua y kilómetro y medio de descenso para volver a subir un repecho de poco más de uno para descender hasta Luiña.

Hasta aquí la carretera perfecta, se nota que esta recién arreglada porque esta en muy buena condiciones. La vistosidad del paisaje ha bajado, nos hemos salido de la zona de Muniellos, y esta zona siendo bonita no lo es tanto como la anterior.

A poco antes de llegar a Luiña nos cambia la carretera durante dos kilometros pasando a ser estrecha y en mal estado. Antes de llegar a Tormaleo la carretera vuelve a ser la de antes en buen estado y empezando a picar y a picar, estamos de nuevo en otro puerto. Nos esperan nueve kilometros para alcanzar la cima de la Campa del Tormaleo, Vamos todo el rato entre 8% picando alguna vez al 10 y 12%.

Nos quedan unos 15kms por delante, nos creemos que esto de subir ya se habra acabado, nos dice una señora en el alto de la campa que todo es bajar y que hay una pequeña subida solamente. Pues descendemos 8kms y empezamos la pequeña subida que se convierte en el pequeño puerto de 4km. y medio de dura subida al alto de Campillo. Aquí Pedro llego reventado, pero ya casi hemos terminado nos quedan poco más de dos kilometros.

Ya en el punto de partida llegamos satisfechos por los 95kms, y los más de 2500m. de desnivel realizados.

Pero los mejor ha sido lo bien que lo hemos pasado, muchas risas, paisajes estupendos y todavía nos queda ir a comer. Nos vamos a Caboalles de Arriba donde nos van a poner un plato a rebosar de pulpo con unas buenas jarras de cerveza.

Una vez llegado a casa y estudiado la ruta que hemos hecho, creía que ya no quedaba nada pendiente, pero examinando los mapas me doy cuenta que todavía queda un recorrido que hacer por esta zona. Así que Dios mediante habrá que volver.