En esta ocasión toca hacer cumbre en una de las montañas más famosas de la Cordillera Cantábrica, visible desde cientos de kilómetros, un pedazo montañón, y enormemente bella.
Partimos de Astorga, Tito, Jazz y yo a eso de las 8:15 y no llegamos a inicio de ruta, Torrebarrio, hasta las 11:15. Tuvimos que ir en procesión detrás de la ovejas de la trashumancia durante tres kilómetros. Pero teníamos todo el día por delante así que prisa no hay.
Ya en Torrebarrio, en la comarca de Babia, partimos saliendo del pueblo por la izquierda después de cruzar el puente a través de un camino amplio donde podemos observar la ruta a seguir.
El camino es cómodo y nos permite un rápido calentamiento de las piernas ya que comenzamos con un fuerte desnivel. No hay un solo metro de descanso, es todo para arriba desde el principio. Y también desde pronto disfrutamos de una vista excepcional, delante un murallón con los Fontanes, el Siete y los Castillines. Por detrás la zona de Babia viendo como empequeñece Torrebarrio y los picos Montihuero y Morronegro.
Dejamos el camino por la derecha para dirigirnos al collado del Ronzón donde peña Ubiña la Pequeña empieza asomar.
Ya por fin en el collado del Ronzón cruzamos la valla de alambre, tenemos de frente la Mesa acompañada de la Almagrera y la Tesa y comenzamos a caminar por el sendero que nos lleva a la parte final y más difícil de la ruta.
Enseguida estamos en la pedrera, aqui hay que poner los cinco sentidos, esto esta muy pindio y a su vez muy peligroso. En algunos tramos hay que utilizar las manos para agarrarnos algún que otro paso no muy complicado pero si lo suficiente para caer. Poco después estamos en la cresta final y la difucultad desciende para el rato estar en la cima.
Estamos en la Ubiña la Grande a 2417 metros, el reto esta conseguido, el desnivel a salvar ha sido mas de 1200 metros y la dificultad es exigente. Pero merece la pena, estar aqui arriba es un deleite para la vista.
Nos encontramos en una de las cumbres míticas de la Cordillera Cantabrica, estoy muy contento de haberlo conseguido, ya que le tenia muchas ganas. Hace cuatro años largos lo intente en un otoño y por la nieve y lo peligroso que se ponía tuvimos que dar la vuelta a cien metros de la cima.
Después de numerosas fotos de estas excepcionales vistas, con el cielo amenazando lluvia comenzamos el descenso. Un descenso peligroso debido a la cantidad de piedras sueltas y lo empinado que esta la bajada. Aquí un resbalón te puede costar caro, un ejemplo de ello es que varios montañeros han perdido la vida en esta ascensión sobre todo en época de nieves.
Descendemos poco a poco hasta llegar al collado del Ronzón , ya nos podemos relajar y en poco menos de una hora estamos en el punto de inicio.
El reto esta conseguido después de más de cuatro horas y media de trayecto, así
que a celebrarlo con unas gordas y pensar en otras excursiones.
Partimos de Astorga, Tito, Jazz y yo a eso de las 8:15 y no llegamos a inicio de ruta, Torrebarrio, hasta las 11:15. Tuvimos que ir en procesión detrás de la ovejas de la trashumancia durante tres kilómetros. Pero teníamos todo el día por delante así que prisa no hay.Ya en Torrebarrio, en la comarca de Babia, partimos saliendo del pueblo por la izquierda después de cruzar el puente a través de un camino amplio donde podemos observar la ruta a seguir.
El camino es cómodo y nos permite un rápido calentamiento de las piernas ya que comenzamos con un fuerte desnivel. No hay un solo metro de descanso, es todo para arriba desde el principio. Y también desde pronto disfrutamos de una vista excepcional, delante un murallón con los Fontanes, el Siete y los Castillines. Por detrás la zona de Babia viendo como empequeñece Torrebarrio y los picos Montihuero y Morronegro.
Dejamos el camino por la derecha para dirigirnos al collado del Ronzón donde peña Ubiña la Pequeña empieza asomar.
Ya por fin en el collado del Ronzón cruzamos la valla de alambre, tenemos de frente la Mesa acompañada de la Almagrera y la Tesa y comenzamos a caminar por el sendero que nos lleva a la parte final y más difícil de la ruta.
Enseguida estamos en la pedrera, aqui hay que poner los cinco sentidos, esto esta muy pindio y a su vez muy peligroso. En algunos tramos hay que utilizar las manos para agarrarnos algún que otro paso no muy complicado pero si lo suficiente para caer. Poco después estamos en la cresta final y la difucultad desciende para el rato estar en la cima.
Estamos en la Ubiña la Grande a 2417 metros, el reto esta conseguido, el desnivel a salvar ha sido mas de 1200 metros y la dificultad es exigente. Pero merece la pena, estar aqui arriba es un deleite para la vista.
Nos encontramos en una de las cumbres míticas de la Cordillera Cantabrica, estoy muy contento de haberlo conseguido, ya que le tenia muchas ganas. Hace cuatro años largos lo intente en un otoño y por la nieve y lo peligroso que se ponía tuvimos que dar la vuelta a cien metros de la cima.
Descendemos poco a poco hasta llegar al collado del Ronzón , ya nos podemos relajar y en poco menos de una hora estamos en el punto de inicio.
El reto esta conseguido después de más de cuatro horas y media de trayecto, así
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| A la vista Peña Ubiña la pequeña. |
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| Comarca de Babia con el fondo de Laciana. |
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| La Almagrera, la Mesa y la Tesa. |
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