En domingo de Ramos partimos del lugar de costumbre, dirección Colinas del Campo de Martín Moro Toledano. Somos de la partida Tito, Pepe, Koko, Toño, Jazz y yo.
Esta vez se trata de subir a Picos Arcos de Agua, la majestuosidad de las montañas.
Sobre las 9:30 nos ponemos en marcha desde la aldea (1050 m.) buscando el camino para comenzar la ascensión para en poco rato perder lo y así alrededor de unas cuatro horas de ruta larga para saborearla a tope. Cuatro horas caminando por pedreros y escobas a 2058 metros de altitud para unas vistas de autentico placer.
Las vistas son extraordinarias que nos hace muy llevadera la subida, siempre vigilados del Pico Catoute, pierdo cada poco la estela de mis compañeros haciendo fotos, pero no puedo más que disparar una y otra foto.
La cima se ve cerca, pero nada de eso, aun queda un buen trecho.Varias subidas y ya hacemos cumbre. Esto es una gozada ya meda placer pisar por tanta piedra.
Las vistas desde arriba son de un verdadero privilegio... hacia norte, sur, este y oeste. Es maravilloso contemplar desde allí a las maravillosas Ubiñas.
Descendemos rápido por los neveros, para después pedreros, escobas y más escobas, buscando el camino que no encontraremos. Así que todo monte a través
En casi tres horas nos encontramos otra vez en el sitio de partida, en el bonito pueblo de Colinas. Trago de agua en la fuente y raudos para casa que algunos tienen que procesionar.
Esta vez se trata de subir a Picos Arcos de Agua, la majestuosidad de las montañas.
Sobre las 9:30 nos ponemos en marcha desde la aldea (1050 m.) buscando el camino para comenzar la ascensión para en poco rato perder lo y así alrededor de unas cuatro horas de ruta larga para saborearla a tope. Cuatro horas caminando por pedreros y escobas a 2058 metros de altitud para unas vistas de autentico placer.Las vistas son extraordinarias que nos hace muy llevadera la subida, siempre vigilados del Pico Catoute, pierdo cada poco la estela de mis compañeros haciendo fotos, pero no puedo más que disparar una y otra foto.
La cima se ve cerca, pero nada de eso, aun queda un buen trecho.Varias subidas y ya hacemos cumbre. Esto es una gozada ya meda placer pisar por tanta piedra.
Las vistas desde arriba son de un verdadero privilegio... hacia norte, sur, este y oeste. Es maravilloso contemplar desde allí a las maravillosas Ubiñas.Descendemos rápido por los neveros, para después pedreros, escobas y más escobas, buscando el camino que no encontraremos. Así que todo monte a través
En casi tres horas nos encontramos otra vez en el sitio de partida, en el bonito pueblo de Colinas. Trago de agua en la fuente y raudos para casa que algunos tienen que procesionar.
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