Entre la niebla, la nieve y los peregrinos. Subida a la C. de Hierro.

    A las diez de la mañana me voy a tomar el café matutino al Juanin y así comprobar como esta el tiempo. Tomo café con Nacho y le comento que voy a subir Foncebadon, Toño,  "no vayas que esta todo blanco en el alto". Bueno pues por eso, por eso mismo voy a ir.
    Pues una vez comprobado que hace bastante viento y un poco de frió  me cojo a la perlita y camino de las tierras oscuras.
    Saliendo de Astorga con nubes y claros se otea en el horizonte que esta nublado, las montañas del Teleno y alrededores ni se ven. Para el paso del puerto de Foncebadon se adivina niebla, lo que no me esperaba es que estuviera nevando.
    Nada más pasar Rabanal empieza a lloviznar para más adelante nevisquear. Para como esta el tiempo hay un montón de peregrinos haciendo el camino, me adelantan dos autobuses de peregrinos, el taxi de Molinaseca, la furgoneta del transporte jacobeo y el micro-bus de Campano. Fueron los únicos vehículos a motor que vi en toda la subida.
    Llegando a Foncebadon aparece la niebla y la nieva, a medio kilómetro del pueblo nieva con ganas, pensé en dar la vuelta, pero para lo poco que me quedaba sigo adelante. La carretera, aunque nieva con insistencia no la cubre así que circulo lento pero seguro. Llego a la Cruz de Fierro y foticas y a toda leche para abajo que hace un frió de mil demonios.
    La bajada la hago despacio, no se ve un pimiento y las manos y los pies se me están quedando helados. Al pasar por Rabanal paro y caliento como puedo las manos que junto con los pies los llevo congelados,  los guantes de material de forro polar y los calcetines que llevo de cubre botas van empapados por lo cual heladito que voy.
    Llego Astorga y entre el viento endemoniado y el frio que llevo no tengo ganas de hacer mas, asi que para casa y tomar una gratificante ducha caliente.
   

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