
Se trataba de hacer ruta corta, sin mucho desnivel, bonita y entretenida. Pues bien las cuatro premisas se cumplieron.
Salieron 60 kms. con poco desnivel comparado con otras rutas, poco más de 1200 mts. Sin ninguna pendiente excesiva. Puertos ninguno. Aunque la ruta tanto dirección Salentinos como Salientes iba en ascenso pero muy descansado, subías tres y bajabas dos kilómetros, era todo el rato sube y baja.
Bonita, más que bonita preciosa. Fuimos por unos valles con unos paisajes espectaculares y unos pueblos muy limpios y guapos. Entre el paisaje destaca la subida a la presa de Matalavilla, donde empezabas por un pequeño desfiladero, con una carretera estrecha y sinuosa. La pendiente no excesiva bailaba entre el 7 y el 8%, con una distancia de tres kilómetros.
Los pueblos sobre todo el de Matalavilla preciosos, ademas en esta localidad había trasiego de la gente afanados en sus labores, sobre todo en la siega.
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Saliendo de Paramo del Sil dirección Salentinos. |
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Hermoso valle. |
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La pequeña ermita antes de llegar a Salentinos. |
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Vista de la iglesia. |
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La casas la mayoría de piedra comos sus calles. |
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Molino de Salentinos. |
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El bar del pueblo con su estupenda terraza. |
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Ya subiendo este bonito puertecillo para ascender a la presa de Matalavilla. |
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Daba gusto rodar por estas carreteras. |
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Carretera estrecha con un asfalto excelente. |
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Matalavilla. |
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Posando con la talla de madera de un oso y osezno. |
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Dirección Salientes. |
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Oscar y Pedro aplicandose en uno de los numerosos repechos. |
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Fuente en homenaje a agua. Aqui sed nos pasas, hay fuentes por todos los rincones. |
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Salientes. |
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El molino de salientes. |
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He aqui a la garduña del molino. |
Y después de la ruta nos pusimos los cuatro, Tito, Pedro, Oscar y yo en la mesa del restaurante de Salome para comentar la ruta y comernos sobre todo unos estupendos chipirones.
Hay que darle las gracias al jefe de exploradores que fue Tito ya que diseño una perfecta ruta por un sitio que yo ni siquiera sabia que existia . Cuando termine la temporada de bici, allá por el otoño habrá que venir a patear estos montes